En su comentario pide que le atemos un jabalí.
Te puedo complacer, aquí lo tienes.
Este año no has tenido suerte y formas parte de los que no han tenido ocasión de arrastrar un tocino matado por uno mismo.
Tienes que cambiar la filosofía de la caza del jabalí.
Pautas a seguir:
1º. Llenar el macuto de comida fresca para pasar por la brasa bién antes de salir al monte o al regresar.
2º. Llevar al puesto poca comida, solo para no pasar hambre y eso si bebida no alcohólica suficiente.
3º. Estar en completo silencio en el trascurso de la cacería y moviéndose lo menos posible, no utilizar la emisora mas que en caso de urgencia y al final para abandonar el puesto.
Si se tiene mucha suerte te puede entrar un tocino y luego hay tocarlo y recogerlo.
Sujetar los perros si te está haciendo compañía el jabalí, si se te ha escapado es misión casi imposible y comunicarlo a los resacadores.
Al regresar pasar por la brasa la panceta, la longaniza, el chorizo ó lo que se hayas llevado.
Vigilar sin perder de vista un instante lo que hayas dejado a asar y tener a mano una vara de esas que utilizaban los colchoneros antigüamente, larga y flexible, para darle en las orejas a unos individuos perfectamente localizados con nombre y apellidos que suelen tener mucha hambre y en cuanto ven en la brasa algo preparado no preguntan, cuando te das cuenta ya se lo han comido y te quedas sin nada que poner encima de la tajada de pan que llevas en la mano.
En resumen de lo que se trata es de salir al monte a andar un poco, tomar el sol si lo hay y almorzar, si además puedes traerte un tocino pues mejor que mejor y si no repetir otro fín de semana.
Lo de no ver nada en el puesto que te ha tocado estar es lo más habitual.
Y a esperar la temporada próxima.
Las fotografías son gentileza de Manuel.
Había dicho atado a un pino... pero bueno, tomo nota.
ResponderEliminarBuen trabajo!