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lunes, 27 de abril de 2009

La Seguridad en la caza (Capítulo 1)

En esta serie sobre la seguridad en la caza no incluiremos todos aquellos aspectos legales que comporta la práctica de esta actividad, lo haré cuando comente todos los trámites y que no son pocos.

Todo lo que debes de tener en cuenta en la preparación, ejecución y finalización de una cacería.

Todos los años tenemos conocimiento de que se han producido diversos accidentes en el ejercicio de la actividad de la caza con consecuencias lamentables y esto obliga a tener presentes una serie de medidas preventivas para eliminar este tipo de accidentes, pocas veces son debidos a fallos en el arma, la mayoría de las veces se trata de errores humanos.

Se supone que vas a pasar un día agradable en compañía o en solitario en una práctica que te gusta.

Como en toda actividad la seguridad empieza por conocer los riesgos específicos inherentes a la misma.

Hay que ser conscientes de estos riesgos y de las medidas de seguridad que deben ser tomadas para evitar estos accidentes, el respetarlas o no entra en la conciencia de cada uno.

Se manejan armas, se practica el senderismo y en ocasiones sobre terrenos escabrosos, climatología cambiante, manejo de animales vivos y muertos y herramientas cortantes y algunas otras que iremos desgranando.

Empezaremos por el manejo de las armas.

Cuando se leen las prescripciones de seguridad en la acción de cazar todas empiezan cuando ya tienes un arma en las manos, yo creo que hay que empezar ya desde el mismo momento en que se decide practicar la acción de cazar y pasar por la armería para la compra del arma correspondiente o en algunos casos seguir con el arma heredada de sus antepasados.

Rifle de cerrojo

Es básico conocer la misma y eso empieza cuando se decide si se trata de caza mayor o menor.



Rifle semiautomático





A la hora de realizar la compra es aconsejable apoyarse en los consejos y recomendaciones del profesional de la armería que aconsejará lo mas apropiado en función del uso y las características físicas del comprador así como que munición es la apropiada al arma y la caza.

Escopeta paralela




Escopeta semiautomática



En las armas de segunda mano comprobar que las piezas no tienen juego, desgaste, roturas y desajustes peligrosos, suelen ser armas viejas y por lo tanto requieren mas atención y es recomendable que las revise un profesional de la armería.

Escopeta superpuesta

En cualquier caso hay que conocer todos los datos técnicos del arma a fondo y el funcionamiento de la misma.

lo mas habitual es comprobar el encare de la misma en cuanto la tienes en las manos, no apuntar NUNCA hacia personas, animales o lugares que presumiblemente haya población.

Ya la hemos comprado y ahora hay que enseñarla a los amigos y familiares, no hacerlo NUNCA en lugares públicos y desde luego no permanecer en los mismos teniéndola desenfundada y montada aunque esté descargada.

La máxima que se acostumbra a decir que las armas las carga el diablo y que de un palo de escoba salió una bala hay que tenerlo grabado constantemente en la memoria.

Una vez que ya la hemos mostrado hay que guardarla,no dejarla dentro del coche aunque esté cerrado si no lo tenemos a la vista y controlado.

En casa tenerlas limpias y engrasadas en un lugar seco y seguro además si se trata de armas rayadas es obligatorio guardarlas en un armero homologado y siempre descargadas.

Nos vamos a cazar.

Tendremos que distinguir entre caza mayor o menor pues la acción de cazar es diferente una de la otra, la forma de comportarse y las medidas de seguridad a adoptar también son diferentes.

En la caza mayor.

Vamos equipados con la ropa y calzado adecuado al terreno y circunstancias climatológicas que presumiblemente nos vamos a encontrar.

No tomar antes de salir bebidas o sustancias que puedan provocar disminución de las condiciones normales de cada uno.

Utilizar la munición adecuada al arma que estás manejando sobre todo si son escopetas con choques intercambiables, comprobar que se utiliza el adecuado y está bien puesto sin holguras.

Si vas al puesto en la batida llevar siempre el arma descargada y enfundada hasta el puesto, no la emplees como bastón ni para golpear ramas.

Una vez en el sitio asignado, ponerse un chaleco amarillo u otra prenda que destaque y permita su fácil localización por el resto de participantes, la pieza de caza si te estás quieto no se va a enterar de tu presencia.

Acondicionar el puesto para estar lo mas cómodo posible y tapado.

Avisar al resto de los cazadores de que ya estas en el puesto asignado.

Como última acción prepara el arma, asegurarse de tener lo seguros puestos, no mirar por el extremo del cañón, cargarla y no dejarla apoyada en cualquier rama o lugar donde en un descuido cualquiera se pueda caer, no apoyar el cañón en el suelo loa hojarasca o la nieve pueden taponar el cañón provocando un accidente, ni apuntar hacia otros puestos.

Es importante estar tranquilo, actuar con prudencia y no estar en movimiento continuo que además te va a perjudicar ya que las piezas de caza te van a localizar.

Procurar tener la mejor visual posible delimitando la zona de disparo teniendo en cuenta posibles rebotes de los proyectiles.

Estar atento al propio sonido del monte diferenciándolo de los demás ruidos que con el movimiento de los pájaros nos pueden dar pistas de que podamos tener algún animal de caza o alguien cerca de nosotros independientemente del ladrar de los perros.

No apuntar hacia ningún sitio y menos en dirección a otros puestos.

No sacar el seguro del arma hasta tener perfectamente identificada la pieza sobre la que se va a dispara.

No disparar NUNCA a las matas que se mueven aun sabiendo que es una pieza de caza, detras puede haber un perro o un resacador, si la pieza se escapa sin poder disparar nadie te lo recriminará, el siguiente pasa si vienen perros detrás de la pieza es descargar el arma y tratar de pararlos para darles la vuelta, objetivo muy difícil de cumplir pues los perros hacen su trabajo y van detrás de la presa, el poder sujetar los perros es muy importante pues de ello puede depender seguramente el resultado final de la cacería, avisar de lo ocurrido al resto de cazadores.

Si has tenido la suerte de que te ha entrado alguna pieza y la has capturado dar también cuenta al resto y después de descargar el arma dar la vuelta a los perros que ahora si que será fácil de hacerlo.

Si tienes que rematarla hay que extremar las precauciones, si lo haces a cuchillo no entrar de frente ni por debajo de la pieza, siempre por encima. Si vas a disparar no hacerlo hasta tener la completa seguridad de no herir a los perros si están presentes.

Si por cualquier circunstancia tienes que abandonar el puesto o acercarte a otro comunicarlo y asegurarse de que te han entendido.

Acabada la cacería asegurarse de descargar el arma y que no se queda la bala de la recámara antes de enfundarla.

Comunicar al resto de los cazadores de la retirada del puesto.

Posteriormente limpiar el arma lo mejor posible para eliminar restos de hojarasca y humedades, el arma te lo agradecerá y no te dará fallos mecánicos la próxima vez que la utilices.

En toda acción de cazar utilizar la paciencia y el sentido común para manejar el arma, no disparar por disparar y si lo haces avisar al resto y tomar precauciones sobre el lugar sobre lo que se va a disparar sobre todo aquellos que tienen menos experiencia y tienen un arma por primera vez en las manos.

Guardar el arma en un sitio seguro.

En el próximo capítulo: La seguridad de los resacadores.

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