Día sin suerte ya que después de subir a los campos de Lasicuerri, cerrar La Robera y el Barranco Pueyo no salió nada a pesar de que en los pasos mas altos se notaban transitados. Los jabalís estarían seguramente en las puntas mas altas.
No se mató nada. Los que íbamos por el Bco Pueyo tardamos un cojón en llegar al camino, ya que como siempre, nos equivocamos al principio y subimos monte a través hasta dar con el camino. Al bajar lo limpiamos e hicimos espejos para encontrar el camino la próxima vez.
Al subir, Zueras estuvo a punto de tirar la toalla y sentarse en mitad del monte, ya que con el calor que hacia resultaba asfixiante subir de esa manera. Menos mal que teníamos guías veteranos que si no...... Vamos, que tal y como tenemos el camino para subir al camino Pueyo ni los veteranos se aclaran....
Fotos de Manuel.
Pasos en el Bco. Pueyo.
Fotos de Manuel.
Pasos en el Bco. Pueyo.
Como no estábamos muchos se cerro como se pudo pero como no salia nada pues...... cuando nos íbamos marchando, avisaron por la emisora que Juan Ramón había tirado a un jabalí bastante grande que le había pasado por el puesto mientras el lo estaba limpiando de maleza antes de irse....
Lo cual nos da una gran lección: Mientras se este en el paso, el arma cargada y a mano. Y para andar se descarga y se enfunda. Juan Ramón, al tener el arma recogida y enfundada no tuvo el tiempo necesario para apuntarle bien a pesar de que lo vio venir por el otro lado del barranco sin perros ni nada.....
Todo el mundo sabrá de alguien que ha matado un tocino bien grande al final de una cacería. Estos bichos que son grandes son viejos por que son muy listos. Se quedan al amago y si no los sacan los perros nada. Pero muchísimas veces, bien al principio de la cacería, cuando oyen el follón, marchan chino chano y se van de la cacería. Muchas veces por donde se han soltado los perros, demostrando el valor y sangre fría que tienen para aguantar que los perros marchen detrás de otro rastro para escaparse por donde venían los canes. Lo mismo pasa al final de las cacerías, el bicho aguanta, y cuando cree que todo ha pasado arranca y se marcha sigilosamente de la cacería. Así que atentos al principio y final de las cacerías que no es la primera vez que nos pasa....que aunque no se oigan los perros hay que estar alerta.
Aprovecharemos con documentos fotográficos distintas fotos tomadas por Ricardo desde el Fijo que es a donde había subido.
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