Esta zona hace mucho que no se había cazado y llegar a los pasos es dificultoso por las pendientes que hay que subir y la lejanía de estos.
Han salido varios jabalíes que se han pasado por la Plañera hacia Rifarrera porque estos pasos no estaban cerrados.
A Nacho le llegan dos y mata uno.
Se quedan varios perros por el monte como es habitual en todas las cacerías.
La anécdota es que Santé que iba resacando, al pasar por una senda en el cerro de la Pedomí y estaba tapada de vegetación notó que pisaba algo raro.
Al fijarse descubrió enterrados dos cepos de los que se empleaban para las rabosas y las fuinas hace mas de cincuenta años.
En aquella época el cazar una fuina significaba casi el jornal de un año por lo que se utilizaban lazos y cepos para su captura, los ingresos en la unidad familiar eran muy importantes.
Uno de ellos está en perfecto estado, el otro lo voy a restaurar y le pondré una pequeña placa indicando donde se ha encontrado, quien y la fecha.
Seguramente por las hechuras lo habrá fabricado el herrero de aquella época en Bielsa.
En aquella época para cazar una fuina tenían que hacer unos desplazamientos muy largos y penosos, hoy día circulan libremente por los gallinero del pueblo comiéndose los huevos de las gallinas y si se descuidan hasta alguna gallina pasa por la piedra.
Total 49 + 1 = 50
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