Como hoy no se cazaba en Bielsa nos hemos ido con Toño Escalona a cazar en el territorio de Camporrotuno y Abizanda.
Me he encontrado con cazadores que hacía algún tiempo que no veía, Enrique Guatas, Claver, El Portugués.
La cuadrilla estaba compuesta por gente joven y de medina edad por lo que aun queda continuidad para cazar en esta zona, ya que hay otras próximas donde no hay apenas incorporación de juventud a las cuadrillas de caza.
Me toco ir a un barranco, el trayecto es un poco largo y muy suave que aunque la temperatura es mas bién cálida no he sudado como en los montes de Bielsa, no se parecen en nada, aqui el terreno es muy accesible.
Barranco que me ha tocado guardar.
Como estoy casi al descubierto me he preparado un parapeto.
Por aquí teóricamente me podía entrar algún bicho.
Se ven algunos rastros frescos por lo que parece que te animas un poco mas.
Lo que me ha llamado la atención un poco que gente mucho mas joven que yo soplaba en las pequeñísimas pendientes del camino que estaba limpio y ancho.
Apenas empezado el resaque por la emisora se comenta que un puntero que accedía a su puesto había movido un par de tocinos e indicaba la posible dirección, pero nunca mas se supo hacia donde habían pegado.
El resaque discurre con total normalidad, en un momento dado los perros rebasan a los resacadores hacia detras de la cacería, se supone que con algun jabali, los perros al cabo de un rato van retrocediendo y llegando a los resacadores que a pesar de que baten todo el monte no encuentran nada.
La mañana se ha portado bien, con pequeños aguaceros sin importancia y cortos.
Recogimos y alguien apunta por la emisora que hay una salchichas en un congelador que habría que pasar las por la sarten.
Intercambiando impresiones después de la cacería.
Cuando llegamos a Abizanda en el restaurante de la plaza L´ Atalaya
las salchichas se habían convertido en platos de jamón, chorizos recién
fritos, cafés etc.etc.
Esto forma parte de la idiosincrasia de las cuadrillas de cazadores del Pirineo que se cace o no la relación social es lo primero.
Esto aun no lo entienden en la administración cuando sacan disposiciones que teóricamente quieren proteger al cazador local, somos mayores y sabemos protegernos solos y convivir con las cuadrillas de los pueblos limítrofes sin ninguna tutela, esto viene a cuento de las recientes disposiciones, que no decreto, sobre la gestión de las reservas de caza en Aragón de las que volveré a insistir para que se respete el espíritu del decreto que las regulaba antes de la última disposición.
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