Asociacion de Cazadores Valles de Bielsa: Jornada 27 La Selva Pochas ( 11-01-14 )

Ya el viernes por la noche se había decidido ir a la Selva Pochas, así que como había algo de nieve y seguramente me harían subir a la Larri como otras veces, me preparé las moleteras, el palo, las botas de goretex y ropa adecuada.

Por la mañana se hace el croquis de como cerrar la Selva en el río, La Larri, la glera los Sacos y en el prao de Judías.

A la hora de distribuir la gente en principio me asignan subir a La Larri pero Escalona dice que a donde voy, que no que me cambien de puesto, entiendo que es que dudaban que pudiera llegar.

Me entra depresión de caballo pensando que mi entrenamiento semanal de andar 15 km. con pendiente del 15% a una velocidad de 3,5 km. pulsaciones máximas de 123 por minuto no me han servido de nada, levanto 20 kg. con cada pierna y si las junto llego a los 45, de brazos voy un poco mas justo, a pulso solo llego a los 55 kg. pediré un certificado al gimnasio de mis aptitudes físicas para poderlo sacar en ocasiones como esta.

Me parece que es la primera vez en esta cuadrilla que no se deja ir a alguien a un paso de forma tan determinante, esto es discriminación, protesto y expondré mi queja al Presidente por escrito y póliza.

Si coincide que se va a la Pacina tampoco podré ir, bueno que se le va a hacer.

No sigo mas porque se me escapa la risa.

Me quedo sorprendido pero como nunca protesto y voy a los lugares donde no quiere ir nadie es decir a los pasos que se quedan como libres pues acepto el nuevo puesto en el prao de Judías al lado de Carlos al que han asignado su puesto por ser bastante comprometido y además hay bastante gente paseando por Pineta.

Se colocan todas las señales apropiadas para que el que se ponga a pasear por la zona de resaque esté advertida.

Hay cinco resacadores, Juanjo, Iban, Gilo, Irigaray y Valentín.

En cuanto sueltan los perros empieza la fiesta y el jaleo, primero los perros sacan a los corzos del resaque y a continuación empiezan a sacar a los tocinos, tres hacia el río, puntúan Cristina, Ricardo y Ángel.

Ángel tiene que ir a la gorga del barranco pues el jabalí se ha tirado al agua y los perros detrás, debió de ser un expectáculo según cuenta ver nadando al tocino y los perros encima hundiéndolo de vez en cuando, el jabalí asomaba el morro fuera del agua y se hacia sitio.

Para llegar a la gorga Ángel no se lo piensa y sube por el medio del río por dentro del agua, luego nos comentaría que no le había entrado agua en los pies.

En cuanto tiene un hueco le dispara al tocino y lo deja para que se siga bañando pero ya no se escaparía.

Los perros vuelven al resaque pero los resacadores advierten que han visto perros con sangre, había tres perros pinchados y algunos aunque no lo parecía cuando se llevaron al veterinario a coser tenían colmillazos bastantes profundos.

A Carlos le entra uno por la izquierda, esperaba encima de un peñón, al bajar se pego un guarrazo de categoría, se levanta y corre detrás del jabalí al que no le tira hasta que se aparta de la linea de tiro de la gente que había viendo la cacería entre ellos el Pajillas que en vez de venir a cazar estaba de espectador.

Le dispara al jabalí pero este sigue corriendo y se le esconde en las matas, llegan como ocho perros detrás y lo encuentran, ya está muerto.

Al poco rato le vuelve a entrar otro por el mismo sitio y este le cuesta tres tiros hasta que lo sujeta.

Me indica que vaya yo a su puesto a ver si tengo suerte y entra otro, le digo que no por si le entra otro y hace hard trik o como se diga.

Viendo los lances de Carlos ya se me ha pasado la depresión.

Manuel también tira en el puesto mas alto de la glera y mata a otro.

Con las fotos de rigor.

A pesar de arrastrar por encima de la nieve hay que estirar fuerte.

En el resaque hay anécdotas interesantes, voy a prepara una grabadora para recoger lo que se habla por que en ocasiones es apoteósico como la bronca al Gilo por que no quería subir a donde los perros marcaban continuamente, no arranca hasta que Escalona que lo estaba oyendo todo lo acomete a través de la emisora y por fin cuando lo hace salen los jabalíes que marcaban los perros.

En total 6 tocinos, Santé dice que se debería activar el protocolo de la paella, lo cual se hace.

Encontramos un sarrio muerto al que la rabosa ya se le había comido las orejas.

En la carretera contando las anecdotas y lances vividos.

Manuel saca cara de cansado aunque sonriente.

Cristina con su jabalí.

Angel sonriente con lo bien que se lo había pasado, luego contaría que con los años que lleva cazando era de las cacerías que mas había disfrutado

Ricardo con Ángel y de fondo el final de valle