La tercera jornada después de levantar la veda fue en realidad la primera jornada de caza, nos juntamos 21 cazadores.
Lo primero que hubo que hacer es labores de limpieza del local y las mesas que teóricamente deberían de estar limpias por que se dejó limpio la semana pasada, algún socio hizo uso de La Pedomí olvidándose de dejarlo como lo encontró, es de esperar que no vuelva a suceder.
La Pedomí es un lugar a disposición de todos los socios y lo que se pide es dejarlo después de usarlo limpio como lo encontró.
Hay que decir que la organización estuvo superada y caótica por las ganas de algunos en salir ya al monte sin esperar a que se acabaran las labores administrativas que siempre hay que hacer y mas el primer día que se entregaron las invitaciones a razón de dos por socio, la lista con los asistentes, el croquis de la zona y la distribución de los puestos.
Alguno se enfadó por que no había alcohol para mezclar con el café cuando el acuerdo de la Asamblea es que las comidas y bebidas no van a cargo del presupuesto.
Se cambió la zona de caza en dos ocasiones, y al final se decidió por Costadiéra.
Los cazadores salieron al lugar sin poder saber como era la distribución de los puestos y en que puesto estaba cada uno.
Cuando finalicé las labores administrativas no sabía ni que puesto tenía que ocupar.
Se soltaron los perros sin haber puesto en su lugar los carteles indicando la zona de la cacería y eso es particularmente grave teniendo en cuenta la cantidad de gente que había por los montes buscando setas.
No salió mas que un corzo a pesar de que había alguna muestra de la presencia del jabalí.
El mal comienzo se achacó a que no hicimos una chiretada la víspera,así que para romper el maleficio se encargó a Antón una para el próximo viernes día 2.
En resumen, no ha sido una jornada como para recordar por los nervios en salir al monte.
A esperar que la próxima jornada entre dentro de los cauces normales.
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