Ya se había decidido desde la noche anterior que la zona a batir sería Costadiera y así por la mañana no hemos perdido tiempo en decidir el lugar.
Cumplimentados todos los papeles y listas se sale hacia el monte ya que la mañana amenazaba algo de lluvia.
Cuando vamos a situarnos a los pasos vemos el estado de lo praos y tienen un aspecto lamentable, no sirven ni para sembrar patatas.
Cerramos la Canal de Camada, la canal del Yeso y la pista.
Los perros empiezan su trabajo y enseguida localizan tocinos que no hay forma de que avancen hacia los puestos y se dan la vuelta, uno de ellos va a pasar donde estaba apostado Meliz y no lo deja seguir el camino de huida, tenemos ya uno.
Los perros siguen con los rastros y tanto Gilo como Jorge Ibán no paran de ver tocinos que no les quieren entrar.
No hay manera de empujarlos hacia adelante, siempre hacia atrás y los resacadores trabajando hacia atrás y adelante.
A medio resaque se ha puesto a llover y cada cual a buscado refugio como ha podido, yo llevo en el macuto bolsas de plástico grande y con ellas me he construido una especie de tejado que me ha libradado de la lluvia.
Los resacadores como sopas.
De pronto se oye un tiro en la canal donde esperábamos y solo veo humo en el cañón de un rifle y algo que daba vueltas pero no se ve nada mas que a Jorge Lobed mirando hacia adelante, había tirado a un cerdo que luego resultó grande.
Han pasado jabalíes y perros por un paso que tenia que estar cubierto pero por lo visto no había nadie por la canal del Yeso.
Posteriormente estos perros aparecieron en Chisagües.
Jorge sonriente por el resultado de la cacería, obsérvese que aun está pálido o toma poco el sol o es del susto.
Méliz con el suyo al que le ha preparado la oreja para poner pendientes.
Total 20 + 2=22
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