Como es habitual seguimos con nuestro proyecto de recuperación de caminos que enlazaban fincas o lugares que eran aprovechados para transitar la ganadería y que están cerrados, solamente se nota la huella de su existencia.
Como por la mañana han acudido suficientes socios se van alimpiar dos caminos, el que discurre entre los campos de Escagües y los campos del Cargadué por un lado y otro equipo limpiará el camino de Cospisán.
El resto de socios acudirá un poco mas tarde para limpieza del local y ayudarle al cocinero a hacer la comida de fin de temporada.
A las 8 h. reunión para perfilar como dividirse los equipos.
Hojeando una revista de caza.
Ante el esfuerzo que nos espera hay que ir con el café a cuestas.
Preparando las máquinas.
Últimos detalles.
El camino de Escagües nos lo encontramos con zonas ya muy vestidas de vegetación baja, aliagas, zarzas, buixos.
Camino intransitable
Para entrar el las barzas hay que ir con la ropa y protecciones adecuadas.
Ya han abierto el camino.
Se ha estropeado el tronzador y hay que arreglarlo.
Vienen detrás de los cortadores apartando la maleza cortada.
También hay que marcar el camino y Juan es un especialista en el tema.
Vista de Escagües.
Nos hemos encontrado un acebo solitario que se ha quedado en pié marcando el camino.
El camino limpio.
Parada en el Yermo Crucillas para ajustar los tronzadores, darles de comer y descansar un poco.
Hay que reponer fuerzas con un buen almuerzo que lo lleva cada uno en su mochila.
El paso ha quedado limpio.
Observando lo que nos espera.
Por esos cillos aunque parezca mentira suben los jabalíes.
Comunicándose con la otra cuadrilla por teléfono.
Una cueva en el Yermo Crucillas.
En plena labor de limpieza.
Juan observa las labores de limpieza.
Acabada la faena en este lugar seguimos nuestro camino.
Canales hondas.
En la Fuente el Pezón.
A pesar de la sequia aquí tenemos agua.
También hay humedad y el agua corre.
Monteperdido al fondo con muy poca nieve.
Observando el panorama y la faena que queda.
También por esta ladera empinada tienden a escaparse los tocinos.
Por fin hemos llegado a nuestro objetivo: Los campos de Cargadué, este le llaman el campo El Casero.
Una sorpresa, esta caseta escondida en la maleza está intacta por dentro y por fuera, no ha entrado la humedad.
El interior de la caseta.
Esta no ha resistido el paso del tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario