El sábado por la noche se anunció que el domingo se iría a La Larri.
Por la mañana nos presentamos una treintena de cazadores, hasta ahora no nos habíamos concentrado tantos cazadores para ir a una determinada zona, podría haber influido el buen tiempo y la esperanza de que había caza .
Se cerró por la parte alta en la pasado, en el barranco límite con el parque haciendo una curva como hacia el barranco consiguiendo una visibilidad mucho mejor que cerrando como se hacía habitualmente.
Santé colocó a esta gente cuando se proponía ir a resacar .
Para resacar hubo seis voluntarios.
A pesar del calor y el que desprende el suelo los perros en cuanto entran en la zona de caza empiezan a mover piezas.
En ese ir y volver del fondo de La Larri un tocino se encuentra con Carlos que lo abate.
Otro jabalí sale hacia los pasos del barranco, los resacadores avisan de esta circunstancia y como la visibilidad es buena vemos como a media altura pasa un jabalí mediano que le llega a Pedro y no lo deja pasar, después con retraso llega un perro por el rastro.
Poco después otro tocino que sigue el rastro del anterior se vuelve a encontrar con Pedro que tiene problemas pero también lo recoge, lleva dos.
Los perros y los resacadores van avanzando y a medio resaque un perro acusa la presencia de alguna pieza, con los prismáticos veo como sale un tocino al barranco, en principio parece que se levanta y asi lo anuncio por la emisora , Ricardo y Santiago que estaban almorzando abandonan el bocadillo y levantan las orejas.
Pero en vez de subir hacia sus pasos llanea y se le presenta a Cristina que según testigos del lance tiene paciencia para disparar y también lo abate, ya tenemos cuatro.
Por la emisora se pregunta insistentemente si era un papa o una mama pero no hay respuesta.
Cuando los resacadores llegan a los pasos se recogen todos los perros y para La Pedomí.
Ahora en vez de pelar se espellejan las piezas.
Sigue el calor.
Los cuchillos se bozan pero Antón es un especialista en afilarlos
Total 14 + 4 = 18
