Así que he vuelto al lugar para tratar de encontrarlas, en esta ocasión me ha acompañado el Sr. Paules y el Sr. Buera.
Hemos encontrado el bosque muy pero que muy seco con gran cantidad de piñas en el suelo que se habían caído de los pinos y estaban secas, secas, el peligro de incendio es extremo si se comete cualquier imprudencia o producto de alguna tormenta con aparato eléctrico.
Con el agravante de que en esta zona no existe ninguna medida de protección como puede ser un cortafuegos bien conservado.
Los que existen en otras zonas de los montes del Valle de Bielsa no pueden cumplir su función por estar completamente llenos de maleza ya que no se conservan ni limpian.
Así mismo caminos que están marcados con la letra GR, también tienen zonas bastante sucias de maleza, no se han conservado.
Por pisar en estas pinochas, el Sr. Buera ha tenido una caida que posteriormente ha sido diagnosticado por los servicios médicos como esguince ligero.
Yo también he pisado otra y el resultado es un codo morado.
La rodilla del Sr. Paules ha aguantado bien ya que al realizar bajadas y giros lo hacia con prudencia.
Se ha notado que tenemos mas de 40 años.
Reponiendo fuerzas en la fuente El Pezón.
Hemos recorrido el barranco de la fuente El Pezón y no he encontrado nada, lo mas parecido a lo que buscaba es esta piedra que parece que tiene unas marcas pero pueden ser producto del agua y el aire.
El calor lo hemos notado a la vuelta en algunas subidas desprotegidas de arbolado.
En pleno esfuerzo en la pendiente.
A pesar de la extrema sequía, en el barranco Crucillas y en la Fuente El
Pezón salía bastante agua que surge desde dentro de la tierra ya que en
las partes superiores baja sumergida y parece que no hay.
Piedra con forma extraña.
Como por la pasada de arriba no he encontrado nada, la próxima semana recorreré el camino por Oriñas y a esperar mas suerte.
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