El sábado acompañé a la cuadrilla de cazadores de Bielsa a Codoñuelas
(Ordizeto), frente a Punta Fulsa. La caza del jabalí es fundamental
para controlar la población debido a la inexistencia de grandes
depredadores (como lobos y osos). El jabalí, aparte de destrozar huertos
y campos, es un devorador de huevos, afectando especialmente al
urogallo, ave en peligro de extinción. La caza con responsabilidad es
buena para la biodiversidad y para conservar pasos y antiguos caminos.
Por cierto, lo pasé muy bien, repetiremos...
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